Deshidratación del lactante

¿Cuáles son los signos y síntomas más comunes de deshidratación en un lactante que los padres deben vigilar?

Los lactantes tienen mayores necesidades hídricas al tener un metabolismo más acelerado, menores reservas de líquidos y al no tener autonomía para beber.

Los signos más comunes a vigilar son: llanto sin lágrimas, boca seca, ojos hundidos, disminución en la cantidad o frecuencia de la orina, aumento de la sed, respiración anormal, irritabilidad y somnolencia. También se debe vigilar si hay una pérdida de peso, sobre todo en menores de 1 año.

¿Qué medidas preventivas pueden tomar los padres para evitar la deshidratación en su bebé, especialmente durante los meses más calurosos?

Es importante mantener al lactante hidratado, dándole más líquidos en épocas de calor o al realizar actividades físicas intensas. Si recibe lactancia materna, aumentar la frecuencia de las tomas.

Limitar la exposición solar en las horas de mayor intensidad.

¿Cómo deben actuar los padres si sospechan que su bebé está deshidratado, y cuándo es necesario buscar atención médica de inmediato?

Si cree que su bebé tiene una deshidratación leve (con vómitos o diarrea) hay que ofrecerle soluciones de rehidratación oral entre las tomas de pecho o de leche de fórmula, y así reponer el agua y las sales perdidas.

Para la administración del suero oral, darle al bebé 5-10 ml con una jeringa o 1-2 cucharadas pequeñas y repetir cada unos 5 minutos, aumentando la frecuencia si hay buena tolerancia. La dosis total recomendada es entre 5-10 ml por kg de peso y por cada deposición o vómito abundante. En épocas de calor tomar el suero oral más “fresquito”, conservándolo en la nevera.
Si realiza algún vómito, espere 30-40 minutos antes de darle una siguiente dosis.

No administrar medicación para los vómitos o la diarrea sin prescripción médica.

Busque atención médica cuando presente los signos de deshidratación previamente mencionados, si tiene vómitos incoercibles, si se encuentra poco activo, rechaza el juego, no sonríe o si realiza las tomas más espaciadas y con una menor ingesta.

¿Qué factores o condiciones pueden aumentar el riesgo de deshidratación en lactantes y cómo pueden los padres manejar estas situaciones?

Hay situaciones como la gastroenteritis aguda (vómitos y diarrea), fiebre alta que provoca sudoración, infecciones como faringitis, aftas bucales, que pueden ser causantes de una deshidratación.
El manejo de estos es complejo debido a que los bebés son propensos a contraer infecciones, pero recordar la importancia del lavado de manos, la buena ventilación y evitar el contacto con personas enfermas.

 

Laura Junquera Palacios

EIR Pediatría HM Nens