El 2018 nos ha traído una zona quirúrgica totalmente renovada. Ejecutando un plan basado en mejorar los espacios y los lugares por donde los niños pasan inmediatamente antes, durante la cirugía y en el postoperatorio inmediato.
El quirófano es un lugar a priori hostil, puesto que entrar a él con miedo, con inseguridad o incertidumbre es habitual tengas la edad que tengas. En el caso de los niños, que no pueden entender los procedimientos ni por qué se les hace, las emociones negativas asociadas al paso por el quirófano pueden ser todavía más intensas.
En esta remodelación se han optimizado los espacios para mayor comodidad de los niños y del personal, se ha decorado e iluminado de forma que no resulte un lugar frío y gris, y se ha mejorado la maquinaria y el instrumental a utilizar. Asimismo se han modificado los circuitos para que el estrés del momento de la cirugía sea minimizado, contribuyendo a mejorar el trato que reciben nuestros niños y sus familias.
Más información: Humanizar la asistencia pediátrica