Trastornos del lenguaje en la infancia

¿Qué es el lenguaje?

Se conoce como lenguaje el conjunto de sonidos y palabras con que expresamos nuestro pensamiento.

¿Cuáles son las funciones el lenguaje?

La principal función del lenguaje es la comunicación. Nos comunicamos con nuestros interlocutores con el fin de modificar su conducta o comportamiento, y obtener una respuesta. El lenguaje es también una herramienta para pensar y aprender. El lenguaje juega un papel esencial en la evolución y el desarrollo de los niños.

¿Cuáles son los componentes del lenguaje?

La audición es determinante en la adquisición del lenguaje. La voz y su articulación, la organización, sintaxis y morfología del lenguaje y el ritmo del habla son los principales componentes que permiten la adquisición y correcta expresión del lenguaje.

El niño debe estar en condiciones óptimas desde el punto de vista neurológico, lingüístico y psicológico para poder adquirir y desarrollar el lenguaje y el habla con normalidad.

 

¿Cómo se adquiere el lenguaje?

Si tenemos en cuenta sus componentes, la adquisición del lenguaje pasa por una serie de fases evolutivas que van desde el momento del nacimiento hasta que, en torno a los 6 años, el niño presenta ya un lenguaje prácticamente consolidado con respecto a la estructura. La interacción con el entorno durante los primeros meses de vida es primordial. Establecer un vínculo de comunicación verbal y gestual con el bebé es muy importante y la base para la maduración del lenguaje futuro.

¿Cuáles son los signos de alarma?

Hablamos de trastornos del lenguaje cuando un niño no desarrolla con normalidad las habilidades de comunicación y la capacidad del lenguaje.

Los Trastornos del lenguaje son más frecuentes en niños que en niñas y las dificultades en la comunicación van a aparecer en los primeros años de la vida del niño, cuando comienza a hablar. El pronóstico de este tipo de alteraciones en el lenguaje varía dependiendo de la gravedad del mismo.

El diagnóstico y la intervención precoces van a ser fundamentales para conseguir un adecuado desarrollo de las capacidades del niño.

El primer problema al que nos enfrentamos es el de precisar el límite entre lo “normal” y lo “patológico” en materia de lenguaje.

Durante el primer año de vida hay que parar mucha atención a los aspectos relacionados con la audición del niño. Si no hay respuesta motriz a los ruidos o no hay presencia de balbuceo, habrá que consultar con el pediatra para valorar la necesidad de una exploración del aparato otorinolaringológico. En torno a los 12 meses de vida, la falta de lenguaje gestual puede requerir la ayuda de profesionales como el neuropediatra o el psicólogo.

Si en torno a los 2-3 años, el niño presenta otitis de repetición, respiración bucal, no responde a su nombre cuando se lo llama o repite de forma repetida «¿qué?» ante una pregunta habrá que consultar al otorrinolaringólogo.

Si antes de los 2 años no observamos unas primeras palabras o no comprende normas básicas como “no hay” o «no está» igualmente habrá que realizar una consulta con el neuropediatra.

¿Cuándo hay que consultar con el logopeda?

La logopedia es una disciplina que engloba el estudio, prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento de las patologías del lenguaje (oral, escrito y gestual) manifestadas a través de trastornos en la voz, el habla, la comunicación y las funciones orofaciales. Las patologías sobre las que interviene el logopeda están relacionadas con pacientes con problemas:

· de voz (disfonía, afonía)
· en la adquisición del lenguaje (retraso, disfasia)
· en la expresión verbal, la pronunciación (disartria, dislalia, diglosia)
· de lectura y/o escritura (dislexia, disgrafia)
· en el lenguaje expresivo y/o comprensivo (afasias)
· de fluidez del habla (tartamudez)
· de respiración, succión, masticación y deglución.

Es alrededor de los 4 años que los niños presentan un lenguaje casi adulto. La escuela y la familia son primordiales para detectar alteraciones de un lenguaje que, a nivel estructural, ya tiene que estar consolidado. El diálogo del pediatra con el niño, ha de permitir identificar aquellas alteraciones que precisan de la intervención del logopeda. Expresiones pobres, abuso de las onomatopeyas y un lenguaje que no se entiende son algunos de los principales motivos de derivación al especialista del habla. Frases largas inconexas y problemas de pronunciación de algunas letras son también problemas habituales tratados por el logopeda.

¿Hasta cuándo se tiene que recibir tratamiento logopédico?

La duración del tratamiento es muy variable en función de la alteración. Nunca hay una edad límite para dejar el tratamiento logopédico y la resolución del problema es la que marca el fin del tratamiento. Es esencial asegurarse que no existe ninguna anomalía orgánica médica o quirúrgicamente tratable antes de iniciar un tratamiento logopédico.

 

Revisión y actualización Junio 2012