Este es el eslógan escogido por el European Resuscitation Council (ERC) para celebrar el Día Europeo de Concienciación del Parada Cardiorrespiratoria hoy día 16 de octubre. En España, el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (CERCP) y en Cataluña el Consejo Catalán de Resucitación (CCR) de la Academia, se encargarán de impulsar y de aglutinar las actuaciones que harán las entidades que los componen.
Esta iniciativa, se ha extendido a la población general y a la sanitaria en particular, a fin de tomar conciencia del problema que representa el paro cardíaco responsable de más de 350.000 muertes al año fuera de los hospitales en Europa. Esta cifra, que en Cataluña supone una muerte súbita cada dos horas y media, es decir al borde 10 muertos cada día, multiplica por 5 las muertes producidas por accidente de tráfico.
El paro cardiaco se produce muy a menudo de forma súbita e inesperada en una persona aparentemente sana y con buen estado de salud. En la mayoría de ocasiones está provocada por una alteración del ritmo cardíaco y, si cuando se produce esta situación, la víctima no es atendida rápidamente, la muerte puede producirse en pocos minutos y, en caso de recuperación, esta puede darse con presencia de graves e invalidantes secuelas. Las posibilidades de sobrevivir al año de haber sufrido una parada cardiorrespiratoria se sitúan, de media en Europa, al borde del 10%. Sin embargo, sabemos que si los testigos presenciales de una parada cardiorrespiratoria realizan una serie de acciones encadenadas, denominadas «Cadena de la Supervivencia», y que pueden ser ejecutadas por la mayoría de las personas, esta supervivencia podría incrementarse entre 2 y 3 veces. Hoy en día sin embargo, estas maniobras sólo se realizan en casi 1 de cada 5 personas que sufren un paro fuera del hospital.