El Dr. Alfons Malet responsable junto al Dr. Pedemonte del Servicio de Alergia de nuestro hospital nos responde a las preguntas más habituales planteadas por padres con hijos que padecen algún tipo de alergia.
¿Dr Malet, qué es la alergia?
Es un fenómeno de hipersensibilidad en el cual una sustancia externa denominada alérgeno ocasiona una respuesta en el individuo sensibilizado en forma de anticuerpos. Estos anticuerpos ocasionan la liberación de unas sustancias que son responsables de las enfermedades alérgicas.
¿Existe un incremento de enfermedades alérgicas en los últimos años?
Es evidente que las enfermedades alérgicas tienen un predominio actual y los estudios epidemiológicos nos indican que en las próximas décadas el 50% de la población del mundo occidental y principalmente en ambientes urbanos, padecerán algún tipo de enfermedad alérgica.
¿Qué factores cree que inciden en este incremento de patología de origen alérgico?
Refiriéndonos a la teoría higienista que es la que está más valorada en la actualidad, nos indica que en el mundo occidental al disminuir la incidencia de la patología infecciosa, el sistema inmunológico prioriza su actividad en detectar las sustancias ambientales sensibilizantes denominadas alergenos.
Otros factores, como la contaminación, polución, humedad, partículas ambientales irritativas, así como alimentos (no naturales, transgénicos, etc.), fármacos , aditivos…, pueden contribuir a incrementar el desarrollo de las enfermedades alérgicas.
¿Cuándo debemos sospechar que nuestro hijo padece una enfermedad alérgica?
Cuando presenta síntomas de forma reiterada sin una causa aparente, por ejemplo, los eczemas de la piel de repetición, las intolerancias a alimentos, los procesos respiratorios de repetición, los efectos adversos post-terapia con fármacos, etc.
¿Qué pruebas diagnósticas se realizan habitualmente en el Servicio de Alergia?
Tras la imprescindible historia clínica de cada niño en la que es necesario el interrogatorio de los síntomas con la colaboración de los padres, se procede a verificar la sintomatología mediante un estudio inmunoalergológico individualizado a cada niño. Dichos estudios se pueden realizar desde el mismo día del nacimiento. En dicho estudio se realizan habitualmente las pruebas «in vivo», pruebas «in vitro» y test de exposición/provocación al alérgeno sospechoso.
Los test más relevantes e imprescindibles a realizar en cualquier edad del niño son los test cutáneos, que se realizan habitualmente en el antebrazo, siendo indoloros y de valoración inmediata por el alergólogo a los 20 minutos de la inoculación de los alergenos a testar. Se complementa el estudio mediante tests de exposición (test de provocación conjuntival, test de provocación nasal y test de provocación a fármacos y alimentos); así mismo se programan pruebas complementarias incluyendo el estudio inmunológico, las pruebas funcionales respiratorias y la radiología.
¿La negatividad en las pruebas de alergia en los niños más pequeños descartan la etiología alérgica?
La negatividad en las pruebas de alergia en los niños más pequeños descartan evidentemente la etiología alérgica en el momento de dicha realización, pero no existe la posibilidad de predecir con exactitud si en el futuro existirá etiología alérgica. Hay que reconocer que en la etiología de los procesos respiratorios de los lactantes la causa más frecuente corresponde a los virus.
¿Qué patología alérgica se observa más frecuentemente en el Servicio de Alergia?
Generalmente depende de la edad, con los siguientes grupos de edades:
1. Niños de 0 a 2 años:
– Alergia alimentaria (proteínas leche de vaca, huevo, pescados, frutas, legumbres, etc.)
– Dermatitis atópica que suele iniciarse en la época del lactante y es conveniente descartar la sensibilización alimentaria al inicio y la prevención de la posible sensibilización respiratoria posterior.
2. Niños de 2 a 5 años: asma bronquial alérgico ocasionado por ácaros del polvo doméstico, epitelio de animales y hongos ambientales (alternaria).
3. Niños de 5 a 14 años: Rinitis alérgica, asma bronquial alérgico, y asma inducido por ejercicio; ocasionados por los mismos alergenos añadiéndose en estas edades las ocasionadas por los pólenes.
Otras patologías menos habituales son los siguientes:
– Efectos adversos post-terapia farmacológica (antibióticos beta-lactámicos y fármacos analgésicos-antiinflamatorios, etc…).
– Urticaria y angioedema, en los que hay que descartar la ocasionada por alimentos o aditivos alimentarios.
– Dermatitis con componente autoinmune.
¿Qué tratamiento usáis habitualmente en el asma bronquial de origen alérgico?
En las enfermedades alérgicas existe dos tipos de tratamientos: el de la causa de la enfermedad (tratamiento etiológico) y el de los síntomas que ocasiona la enfermedad (tratamiento sintomático).
El tratamiento de la causa consiste en unas normas de control ambiental para evitar el contacto con el alérgeno responsable de la sintomatología y la inmunoterapia específica (denominada por la O.M.S. vacunas terapéuticas).
Por lo que respecta al tratamiento sintomático dsponemos de fármacos broncodilatadores, antiinflamatorios tópicos, cromonas y antagonistas de los leucotrienos. Con dichos tratamientos se incrementa notablemente la calidad de vida de los niños asmáticos que pueden realizar el mismo ritmo de vida que los niños no asmáticos, con excepción de la situación en las fases críticas.
¿Es la inmunoterapia desensibilizante efectiva en el tratamiento de las alergias respiratorias?
La inmunoterapia es el único tratamiento que evita el desarrollo evolutivo natural de las enfermedades alérgicas. En el mundo científico hoy en día ya nadie discute la eficacia de la inmunoterapia y queda totalmente explícito a partir de los últimos metaánalisis publicados sobre la efectividad de la inmunoterapia (Abramson, Cochrane) y el artículo de opinión de la OMS (1998).
¿Es la inmunoterapia sublingual, más cómoda para el paciente, igual de efectiva que la inmunoterapia por vía subcutánea?
La inmunoterapia por vía subcutánea se viene administrando desde 1911 y existe suficiente documentación bibliográfica sobre su eficacia . La inmunoterapia sublingual se está administrando desde hace una década y ya se dispone de bibliografía que nos asegura su eficacia . No existe en la actualidad trabajos científicos rigurosos comparativos que nos indiquen la superioridad de la eficacia clínica de la inmunoterapia administrada por las dos vías diferentes. En nuestro servicio aconsejamos la inmunoterapia sublingual en los niños pequeños y en los que no pueden recibir volúmenes elevados de dosis de inmunoterapia por vía subcutánea, siempre y cuando el entorno familiar pueda garantizar un estricto cumplimento de las dosis a administrar.
La enfermedad alérgica es consecuencia de una reacción inmunológica en la que los niños predispuestos presentan una producción de anticuerpos ante una sustancia denominada alérgeno. El niño alérgico será alérgico toda la vida, pero con los tratamientos de los que disponemos hoy en día conseguimos hacer desaparecer en muchos casos los síntomas de las enfermedades alérgicas. Hay diversos estudios que confirman que dichos tratamientos modifican la evolución natural de las enfermedades alérgicas.