Hace unos meses, mi mujer y yo recibimos una excelente noticia: estábamos embarazados (bueno, sobre todo mi mujer). Unos días más tarde acudimos a nuestra ginecóloga para confirmar ecográficamente lo que el amigo predictor nos había anunciado. Y, efectivamente, esa pequeña bola que se veía dentro del útero tenía vida propia, latía enérgicamente. «También veo un mioma* que tendremos que controlar», comentó. Pasaron los días y acudimos puntualmente a la visita de control. Tras las preguntas pertinentes, la doctora nos hizo pasar a la sala de ecografías. «A ver cómo está el mio ……. vaya por Dios». Resulta que al mioma le habían salido extremidades y latía tan o más fuerte que su vecino. Sí, esperábamos gemelos.
Han sido muchas las ocasiones en que, como pediatra de cabecera, he tenido que dar consejos a familias con gemelos. Desde el otro lado de la silla y con la experiencia de los años siempre me ha resultado una tarea muy agradable y relativamente sencilla dar respuesta a casi todas las preguntas, sea antes o después del nacimiento.
Pues bien, ahora que me encuentro en el otro bando y todas aquellas preguntas que tantas y tantas veces he contestado … me las hago a mí mismo!
¿Los reconoceré inmediatamente? ¿Tendré que orientarme por marcas corporales imaginarias que hagan juego con los pijamas con el nombre bordado? ¿O serán las abuelas que determinan quién es quién, y a quién se parecen?
¿Como les daremos el pecho? ¿Uno después del otro? ¿A la vez? Haciendo un «castell de 2 de 1 amb folre i manilles»? ¿Les damos paga semanal y que se compren lo que quieran?
¿Sabremos a quién le toca comer? ¿O un bebé estará sobrealimentado y otro hambriento?
¿Deben dormir cada uno en su cama o al principio pueden compartir cuna? ¿Hay literas para bebés?
Compraré un cochecito doble, pero ¿los niños irán en paralelo o uno delante del otro? Y lo que es más importante … ¿cabrá en el ascensor de casa?
¿Y el coche? ¿Tendré que comprarme un vehículo más grande? ¿Hablo directamente con transportes municipales de Barcelona?
Pau y Albert ya hace unos días que están con nosotros. Tan ellos como la madre están perfectamente. Algunos de los enigmas que nos planteábamos han tenido una rápida respuesta (sí, las abuelas han decidido a quien se parecen) pero otros todavía los estamos tratando de resolver. Os mantendremos debidamente informados.
*Un mioma es una pequeña tumoración benigna que algunas mujeres tienen en el útero y que, en algunas ocasiones, puede dificultar la implantación del óvulo fecundado.
PD: Post escrito por el Dr. Cachadiña, pediatra del Hospital de Nens y reciente padre de gemelos. ¡Nuestra más sincera enhorabuena!