Llamamos anemia al hecho de tener poca masa eritrocitaria, es decir pocos glóbulos rojos sanos en la sangre o glóbulos rojos alterados en nuestra circulación. Los glóbulos rojos se encargan de transportar oxígeno a los tejidos por lo que si en su conjunto no lo hacen, el cuerpo estará más cansado y le costará hacer el trabajo que normalmente hacemos a diario.
Causas
Esto puede tener varias causas:
- El cuerpo no es capaz de generar glóbulos rojos en la fábrica (médula ósea) en la medida adecuada. Sería una anemia arregenerativa
- Hay una hemorragia que genera una pérdida acelerada de glóbulos rojos: Anemia por pérdidas
- Por diversas causas, el cuerpo autodestruye glóbulos rojos, sería una anemia hemolítica
- El cuerpo no absorbe bien el hierro, el ácido fólico o la vitamina B12, que provienen de la dieta, por ejemplo, un niño celiaco. Anemia malabsortiva o por déficit nutricional.
El cuerpo humano genera tres tipos de células sanguíneas: glóbulos blancos para combatir las infecciones, plaquetas y glóbulos rojos cuya misión es transportar el oxígeno gracias a que contienen hemoglobina, una proteína rica en hierro. Para fabricar la hemoglobina y los glóbulos rojos, el cuerpo precisa del nivel adecuado de hierro, vitamina B-12 y ácido fólico.
Tipos de Anemia:
Hay distintos tipos de anemia. Los más destacados son:
- La anemia ferropénica es la más frecuente y está causada por la falta de hierro. Los niños presentan dos edades en que los requerimientos de hierro son mas importantes: a los 2-4 años y en la pubertad. El pediatra ha de estar al tanto de la aparición de síntomas de anemia ferropénica: falta de medro, cansancio, malhumor, falta de concentración, caída de cabello, infecciones recurrentes.
- La anemia por falta de vitamina B-12 o anemia perniciosa, causada por una dieta insuficiente o porque el cuerpo tiene dificultades para generar esta vitamina.
- La anemia hemolítica congénita, que hace que el glóbulo rojo se destruya antes de tiempo y la fábrica no da abasto para fabricar más glóbulos rojos: talasemia, enfermedad falciforme, esferocitosis hereditaria,….
- La anemia de células falciformes es hereditaria y la causa es una forma de hemoglobina defectuosa que hace que los glóbulos rojos tengan forma de media luna.
- La talasemia, un trastorno hereditario de la sangre, y la anemia palúdica son también tipos de anemia.
- En la esferocitosis hereditaria, los padres suelen tener la enfermedad, y los glóbulos en lugar de tener forma de moneda, son esféricos y más pequeños.
Factores de Riesgo
Hay elementos que hacen aumentar el riesgo de anemia:
- Una dieta inadecuada pobre en vitaminas, hierro, ácido fólico, sobre todo durante la etapa de crecimiento del niño.
- Algunos problemas intestinales que impiden la absorción como la celiaquía o el intestino corto de los prematuros que han sufrido enterocolitis necrotizante.
- Problemas de menstruación en las adolescentes jóvenes, ya que produce una pérdida extra de glóbulos rojos.
- Herencia genética.
Síntomas de la anemia
- Cansancio
- Malestar general, malhumor
- Aspecto pálido
- Dolor de cabeza y sensación de mareo
- No tienen ganas de jugar
- No se concentran en la escuela
- Tendencia a comer arena o hielo
- Dificultades respiratorias
- Infecciones frecuentes
Diagnóstico
Para hacer un diagnóstico, lo primero es hacer un examen físico seguido de un análisis completo de sangre en primer lugar por el pediatra de cabecera. Adicionalmente se realizan pruebas específicas si es preciso y el pediatra puede derivar al hematólogo pediátrico en caso de que lo considere necesario.
Tratamiento
El tratamiento de cada tipo de anemia es diferente porque es preciso atacar la causa principal en cada caso:
- Anemia ferropénica: Suplementos de hierro y una dieta rica en hierro. Siempre acompañada de ingesta de vitamina C
- Anemia por deficiencia de vitaminas. Suplementos vitamínicos para aumentar el nivel de B-12 y de ácido fólico.
- Anemia por enfermedad crónica. El tratamiento está enfocado en la enfermedad que genera la anemia.
- Anemia aplásica, así como anemias relacionadas con problemas de la médula ósea. Requiere un diagnostico más especializado a través de los hematólogos pediátricos: Incluye distintos medicamentos, quimioterapia e incluso trasplante de médula ósea.
La dieta equilibrada es fundamental durante la etapa del crecimiento del niño
La anemia ferropénica y la anemia por falta de vitaminas puede combatirse con una dieta adecuada y rica en aquellas sustancias de las que carece el cuerpo a causa de la patología: hierro, ácido fólico, vitaminas… La carne roja, lentejas, vegetales de hojas verde oscuro y los frutos secos son ricos en hierro. El ácido fólico se encuentra en frutas, zumos de frutas, vegetales de hoja verde oscuro, pan integral, pasta o arroz. La vitamina B-12 se puede obtener de la carne y los productos lácteos; y la vitamina C está en cítricos, pimientos, brócoli, tomate, melones o fresas que, además, ayudan a la absorción del hierro.