Últimos días de agosto. Con un cambio de tiempo que parece querernos adelantar la entrada del otoño, muchas familias están regresando a sus hogares después de las vacaciones y con ellas muchos niños y niñas que en breve tendrán que volver a la escuela o en el caso de los más pequeños, iniciarse en los senderos de la escolarización.
Pequeños y mayores tenemos en pocos días que volver a nuestras rutinas cotidianas, con mayor o menor esfuerzo. Acostumbrarse a las vacaciones, a estar más tiempo al aire libre y disponiendo de tiempo de ocio, a poder compartir más espacio en familia y especialmente a la relajación de los horarios suele ser fácil. El camino contrario puede resultar más tortuoso.
Pero no nos queda más remedio.
Lejos de las noticias tremendistas que hablan de «depresión postvacacional» lo que sí es cierto, es que puede costar un poco volver a la rutina. A lo bueno, nos hemos acostumbrado rápido.
En el caso de los niños y niñas quizá -y teniendo en cuenta que para la mayoría, estar en el cole, es divertido- lo más «dramático» es la vuelta a la esclavitud del reloj. Así que en los próximos días tocará adaptar nuestro ritmo circadiano al horario escolar, para no llegar tarde al colegio….
Los primeros días puede ser difícil madrugar, así que resulta conveniente empezar a «practicar» levantarse un poco más temprano un poco antes del primer día de cole. Para no arriesgarnos a llegar el primer día, despeinados, a medio desayunar y con legañas en los ojos (y con los padres a punto de sufrir un ataque de ansiedad….).
Para los más pequeños, que empiezan su periodo de adaptación a la escuela infantil, mucha paciencia y buenas maneras. La adaptación, para padres y para niños, requiere su tiempo y su proceso, que deberían ser más o menos a medida de cada pequeño personaje y de su familia como nos explica
por aquí Marisa Moya.
Otros temas sobre la mesa estos días y no menos importantes…..los recursos materiales que serán necesarios -y el desembolso económico asociado- y la distribución del tiempo en las actividades extraescolares que ya nos toca planificar. En ambos temas nuestra recomendación: austeridad.
Reciclar y aprender a cuidar y a reutilizar los materiales y la ropa: un valor muy importante a enseñar a los niños. Y una elección de actividades extraescolares con sentido común y pactada con nuestros hijos en lo posible, dejando también tiempo libre (sin programación….) necesario para el desarrollo y el bienestar de pequeños y mayores.
Dra. Amalia Arce, responsable de E-Salud y pediatra de Urgencias y Consultas Externas
Vamos a quedarnos con las sensaciones y vivencias relajadas del verano y esperemos que sirvan de recarga física y afectiva para emprender con ganas los preparativos de "las adaptaciones".
Muchas gracias Amalia, sin duda el intercambio de información y orientaciones nos ayudan a todos!!
Besos.
Gracias Marisa por pasarte por aquí y especialmente por el trabajo que realizáis tanto en el día a día como en la divulgación de contenidos.
Feliz inicio de curso!