La leche materna constituye la alimentación natural del recién nacido (al igual que el resto de los mamíferos). La maternidad nos invade con un instinto de protección y cuidado hacia nuestro bebé, y a su vez el bebé nace con un reflejo de succión que le permitirá alimentarse y sobrevivir bajo el cobijo de su madre; entonces: ¿por qué a menudo aparecen tantas dificultades durante la lactancia?
Porque dar el pecho no es un acto instintivo sino un arte que se aprende. Antes que tu bebé llegue, parece que todo lo que necesitas hacer es poner el bebé al pecho, dejar que se sujete, y listo. Pero en realidad no es tan sencillo. Es verdad, algunos bebés van derecho al pecho y nunca tienen ningún problema. Pero muchas de nosotras hemos necesitado un poco de ayuda. En el pasado, antes del siglo XX, cuando todas las madres amamantaban y las familias eran más fijas, se le pedía a la madre, la abuela o a la tía que ayudasen con el amamantamiento y entonces todo fluía de manera mas “natural”, los problemas de lactancia parecían no existir porque se resolvían rápidamente “en familia” antes de que llegaran a agobiarnos. Lamentablemente hoy hemos perdido esta comunidad del amamantamiento y nos faltan modelos cercanos en quienes reflejarnos y a quienes acudir en caso de necesidad.
Si estás embarazada, trata de pensar más allá del parto y del nacimiento de tu hijo, piensa en los meses de amamantamiento que te esperan. El embarazo es un buen momento para prepararse, informarse y armar tu red de apoyo. ¿Te han dicho algunas de tus amigas “Traté de amamantar, pero no funcionó; me dolía; no tenía suficiente leche; me salía leche todo el tiempo; mi bebé se quedaba con hambre, etc.?” Muchas mujeres actualmente tienen problemas al amamantar y es importante contar con recursos para superarlos. Debes saber cuál es el comportamiento normal de un recién nacido y reconocer cualquier problema potencial. Un ejemplo de error habitual es creer que un bebé que no se despierta para amamantar es un “buen bebé”. Puede resultarte útil asistir a las reuniones del grupo de apoyo de tu zona.
Es importante que cuentes con el apoyo y la ayuda de tu familia y tu entorno más cercano; puede ser útil que te acompañen en esta preparación para estar bien informados y así evitar consejos erróneos que, sin quererlo, pueden dificultar aún mas cualquier problema que pueda surgir.
También será conveniente, si has decidido dar a luz en un centro sanitario, elegir de preferencia un
hospital IHAN, pero como en España hay aun muy poquitos con este galardón, intenta al menos que tenga una política de apoyo a la Lactancia Materna (piel con piel nada más nacer, incluso en las cesáreas; internación conjunta las 24 horas, no dar chupetes ni biberones, etc)
Es excepcional que una mujer tenga algún problema en el pecho que impida el amamantamiento, las pruebas que se hacen antes del nacimiento del niño no sirven, y tampoco es necesario preparar al pecho antes del parto de ninguna manera, no importa si los pechos son grandes o pequeños o si los pezones son salientes, planos o invertidos; los tratamientos durante el embarazo suelen ser ineficaces y además pueden preocuparte o agobiarte sin necesidad. Hay que tener confianza absoluta porque la especie humana ha subsistido gracias a que las mujeres son capaces de amamantar. Lo importante es que confíes en tu capacidad para alimentar a tu hijo (todas las mujeres podemos hacerlo!), que te informes acerca de cómo serán y que debes hacer en los primeros días y que sepas a donde acudir en el caso de que surgiera alguna dificultad.
Amamantar es una de las cosas más importantes que puedes hacer por tu bebé y es una experiencia maravillosa que ninguna madre debería perderse, mucho menos por desinformación o por no encontrar el apoyo adecuado. Si estás embarazada o eres una mamá reciente que está teniendo problemas con el amamantamiento, no dudes ni retrases pedir ayuda.
Dra. Paula Rodríguez Alessi, pediatra, consultora de lactancia materna y responsable del Grupo de Lactancia de la Fundació Hospital de Nens.