Enuresis y enuresis nocturna

La enuresis es la incontinencia urinaria. Los bebés son incontinentes, pero a partir de los 2 años empezarán a dejar el pañal.

La mayoría de los niños presentan continencia urinaria durante el día al cumplir los 2–4 años de edad.

Se pueden encontrar tres subtipos de enuresis: sólo nocturna, sólo diurna o mixta.
Por la forma de presentación también podemos hablar de enuresis primaria cuando el niño nunca ha presentado continencia urinaria durante un período prolongado, y de enuresis secundaria cuando el niño moja la ropa durante el día o la noche tras un período de continencia de 6 a 12 meses.
La denominación enuresis diurna primaria hace referencia si persiste durante el día después de los 4 años y enuresis nocturna primaria si persiste durante la noche después de los 6 años.

La enuresis nocturna es el tipo más frecuente, constituye el 85% de todos los casos.
Se produce al menos “un episodio de mojar la cama” en el 15 – 30% de los niños de 6 años y con mayor prevalencia en varones.

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¿Existe alguna predisposición genética que influye en su aparición?

Sí que existe. La incidencia cuando ninguno de los padres tuvo enuresis es del 15%, sí un progenitor la ha padecido aumenta al 44% y si son ambos padres el porcentaje asciende al 77%.

¿Qué otras causas pueden ser determinantes en su aparición?

En términos generales podemos hablar de enuresis no orgánica y de enuresis orgánica.

Existen múltiples factores que pueden determinar la aparición de la enuresis no orgánica:

· Retraso de la maduración.
· Problemas para despertar.
· Escasa capacidad funcional de la vejiga.
· Deficiencia de la hormona antidiurética.

La etiología orgánica está presente en menos del 5% de los niños con enuresis primaria y en sólo el 1% de los niños con enuresis primaria nocturna.

La infección del tracto urinario es la causa orgánica más frecuente. 

Entre las causas poco frecuentes se incluyen:

· Uretritis química distal por algún irritante químico como las sales de baño, etc.
· Obstrucción intensa del tracto urinario inferior como la existencia de válvulas uretrales posteriores, duplicación uretral, quiste uretral, etc.
· Anomalías congénitas como la espina bífida.
· Otras causas aun menos frecuentes como la ectopia uretral, diabetes mellitus, diabetes insípida, masas pélvicas, etc.

¿Qué datos podemos encontrar en la historia clínica y en la exploración física?

La exploración física es en la mayoría de los casos normal.

· Se realizará una historia detallada con el número de micciones al día, escapes diurnos, número de noches húmedas por semana, hábito del niño de aguantarse para ir a orinar, ingesta excesiva de agua, etc.

· Historia psicosocial para evaluar actitud y problemas sociales o emocionales que ocasione.

· Hábitos que indiquen inestabilidad o escasa capacidad vesical, como el aumento de la diuresis durante el día, chorro urinario de pequeño calibre o intermitente, micciones infrecuentes, incontinencia al esfuerzo, sueño muy profundo, o incontinencia nocturna.

¿Qué exploraciones complementarias serán de ayuda para su diagnóstico?

Se realizará un análisis de orina y cultivo en la visita inicial.

Otras pruebas que se pueden solicitar según cada caso son: ecografía renal y vesical, cistouretrografía o estudios urodinámicos.

¿Puede el pediatra estudiar y tratar la enuresis o debe ser remitido al especialista?

En líneas generales el pediatra está ampliamente cualificado para realizar el diagnóstico y tratamiento de ésta patología. En casos especiales realizará la consulta al especialista.

¿Cuándo está indicado el tratamiento?

Habitualmente no se indica tratamiento antes de los 6 años porque la tasa de curación espontánea es elevada. Incluso después de los 6 años, la curación espontánea en la enuresis primaria asciende al 15%.

¿En qué consiste el tratamiento?

En caso de tratamiento éste consiste en:

a) Normas de asesoramiento al niño y sus padres (fundamentales).

· El niño adopta un papel activo y responsable (lleva un calendario de las noches que moja y no moja la cama, orina justo antes de ir a la cama, se cambia la ropa mojada).
· Es aconsejable no administrar líquidos al niño después de cenar.
· Cuantificar la ingesta diaria de líquidos (agua, leche, refrescos, sopas).
· Se evitarán los castigos y respuestas de enfado.
· Se dará refuerzo positivo al niño por no mojar la cama (gratificaciones).
· Si la enuresis es diurna se indicará al niño que realice micciones cada 2 horas.

Si las medidas anteriores no son demasiado efectivas se podrá valorar la utilización de:

b) Alarmas de enuresis: enseñan al niño a despertar ante la sensación de vejiga llena. Se utiliza en niños a partir de los 7 años y requiere la colaboración del niño y de sus padres.
Se ha observado una tasa de mejoría con éste método del 70%.

c) Desmopresina u hormona antidiurética. Fármaco con acción antidiurética, que reduce la producción de orina y por consiguiente disminuye el llenado vesical.
Nuestro organismo la produce de forma natural con objeto de regular la retención o eliminación de agua.
Se administra en comprimidos estrictamente bajo indicación médica y el tratamiento suele durar varios meses, con controles mensuales de valoración y refuerzo por parte del pediatra y una retirada de la medicación de forma escalonada.

Es fundamental realizar una valoración de cada caso a fin de aplicar las medidas y el tratamiento correcto.

¿Qué actitud debemos tomar cuando no está indicado ningún tratamiento?

En los casos en que no está indicado iniciar ningún tratamiento debemos contemplar la enuresis nocturna ( la más frecuente) como una variante de la normalidad. No debemos crear “un problema” cuando todo se reduce a un cambio y lavado de ropas.

 

Revisión y actualización Junio 2012