Desarrollo puberal avanzado

Este término es general y significa que los signos de desarrollo puberal, mamas en las niñas y vello pubiano y aumento del volumen testicular en los niños, comienzan a aparecer antes de lo habitual. Esto es, de los 8 años en las niñas y de los 9 años en los niños.

· ¿Cuándo se inicia la pubertad normal?
· ¿Cuándo hablamos de pubertad precoz?
· ¿En qué consiste el término Pseudopubertad Precoz?
· ¿En algunas ocasiones pueden haber signos físicos que pueden hacer pensar en una pubertad sin serlo?
· ¿Qué aspectos sociales pueden afectar al niño o niña con pubertad precoz?

 

¿Cuándo se inicia la pubertad normal?

Si los padres han tenido un desarrollo puberal normal, al ser una característica que se hereda, los hijos comenzarán su pubertad dentro de los límites normales. Eso quiere decir que las niñas iniciarán el desarrollo mamario entre los 9 y los 11 años, mientras que el vello pubiano y aumento del tamaño testicular de los niños aparecerá hacia los 12 o 13 años.

La pubertad se acompaña además de un aumento de la velocidad de crecimiento, mayor apetito y con frecuencia aumento del peso.

La progresión de las niñas, se inicia antes que la de los niños y el hecho de presentar la primera regla o menarquia, no quiere decir que el crecimiento se detenga, sino que la velocidad disminuye.

Hasta ese momento se han estirado las piernas y a partir de la regla es el tronco el que crece. El mismo patrón tiene lugar en los niños, con la salvedad evidente de que no hay la regla para orientar.

Cuando estos cambios físicos tienen lugar antes de los 8 años en las niñas y de los 9 años en los niños, es cuando conviene consultar con un endocrinólogo pediátrico, ya que estamos ante el concepto de Pubertad Precoz y hay que valorar si alguna causa anómala es la responsable de este fenómeno.

¿Cuándo hablamos de pubertad precoz?

Cuando los signos físicos correspondientes al sexo del niño o niña, aparecen antes de hora. 
Cuando estos cambios físicos tienen lugar antes de los 8 años en las niñas y de los 9 años en los niños, es cuando conviene consultar con un endocrinólogo pediátrico, ya que estamos ante el concepto de Pubertad Precoz y hay que valorar si alguna causa anómala es la responsable de este fenómeno.

Al hacer una radiografía de la mano izquierda para valorar la maduración de los huesos, se observa que hay un avance para la edad cronológica y en muchas ocasiones para la edad estatural. En estas condiciones aunque el niño sea alto, el pronóstico de la talla adulta será bajo, ya que la maduración de los huesos está avanzada y los cartílagos de crecimiento se cerrarán antes.

Habrá que hacer unos estudios analíticos, junto con una Resonancia Nuclear Magnética, para ver las características de la hipófisis, que es una glándula situada en el cerebro que controla el crecimiento y el desarrollo de los niños.

En la mayoría de los casos no se encuentra ninguna causa responsable de la pubertad precoz y entonces decimos que es idiopática. Al mismo tiempo, habrá que hacer unos análisis para valorar la función de los ovarios y de la hipófisis.

Dependiendo de la situación de la talla en el momento de la consulta y de la genética, habrá que poner en marcha un tratamiento frenador, con objeto de prolongar el periodo de crecimiento. Este tratamiento será como mínimo de un año y su duración posterior dependerá del pronóstico de la talla final.

¿En qué consiste el término Pseudopubertad Precoz?

Este término hace referencia a la aparición de signos puberales que no se corresponden con el sexo del niño que consulta. Pueden presentarse a cualquier edad. Generalmente siempre se detecta una causa que no es normal como responsable del cuadro, y los estudios que se deben realizar son un poco más laboriosos que en el caso de la pubertad precoz.

¿En algunas ocasiones pueden haber signos físicos que pueden hacer pensar en una pubertad sin serlo?

Si, tal es el caso de la telarquia precoz, que consiste en el desarrollo mamario avanzado. Puede presentarse en los dos sexos en el momento del nacimiento o en los primeros meses de vida. De forma habitual, corresponde a la llamada crisis genital, es decir que las gónadas (ovarios o testículos), bajo el estímulo de las hormonas de la placenta, funcionan y este hecho se traduce en los signos físicos referidos.

Este proceso es transitorio, pero puede durar hasta los 2 o tres años de edad y luego remite espontáneamente. Desaparece el tejido glandular previo, pero generalmente queda un pequeño acúmulo graso, que puede interpretarse como glándula mamaria.

En algunas ocasiones, el empleo de pomadas que contengan esteroides, pueden alargar el problema.

Otra posibilidad lo constituye la pubarquia precoz, que consiste en la aparición de vello en la zona genital a edades tempranas. Generalmente tiene lugar entre los 6 y los 8 años, tanto en los niños como en las niñas, aunque puede aparecer antes. Traduce la puesta en marcha de las glándulas suprarrenales (encima de los riñones), que en esas edades comienzan a funcionar, segregando una hormona que en abreviatura es la DHAS, con cierta acción de hormona masculina y cuyo efecto es el de provocar la aparición del vello genital.

Esta situación es fisiológica y de obligado paso para todos los niños. No obstante, a veces, si la maduración ósea está muy avanzada y al aumento de la velocidad de crecimiento es muy acusado, habrá que hacer algún análisis de sangre más especial para descartar cualquier anomalía en la función de esas glándulas.

Algunas veces, los niños presentan una vellosidad larga y de aspecto quebradizo por los brazos, las piernas y especialmente en la zona baja de la espalda. Suele tratarse de la hipertricosis lanuginosa, que sólo significa que el vello del feto no ha caído antes del nacimiento y se ha mantenido. Estos casos deben estudiarse en un primer momento, pero en muy pocas ocasiones se encuentra una alteración hormonal responsable.

¿Qué aspectos sociales pueden afectar al niño o niña con pubertad precoz?

Cuando en el cuerpo se producen estos cambios, la relación con los otros niños o los compañeros del colegio pueden verse afectados. Convendrá hacer una valoración con el tutor de cada caso, para poder poner solución a la problemática individual. Habitualmente se produce también un cambio en el olor corporal, «dejan de ser niños» y por ello unas normas claras de higiene personal parecen imprescindibles.

En el caso de que se ponga en marcha un tratamiento, es necesario que los niños comprendan la necesidad ya que en principio no tienen síntomas molestos, se encuentran bien y es difícil entender que «voy al médico y no tengo nada».

 

Trabajo elaborado en Enero del 2006