Encefalitis: ¿Cómo afecta la encefalitis a los niños?

La encefalitis es una inflamación del cerebro de origen infeccioso o autoinmune. Su impacto en los niños puede variar dependiendo de la causa y de la gravedad de la enfermedad, de la rapidez con la que se diagnostica y se trata, así como de la edad y otros factores individuales. Suelen presentarse en forma de enfermedad aguda, con evolución en horas o pocos días, aunque hay otras formas menos frecuentes, con empeoramiento lento en semanas o incluso meses. Estos son algunos aspectos sobre las encefalitis en los niños:
  • Síntomas iniciales: Los síntomas iniciales pueden ser similares a los de las infecciones virales, como fiebre, dolor de cabeza, somnolencia o fatiga y malestar general.
  • Problemas neurológicos: La encefalitis afecta directamente al sistema nervioso central, lo que puede provocar una variedad de problemas neurológicos. Estos pueden incluir cambios en el nivel de conciencia (confusión, desorientación, somnolencia), convulsiones y problemas de coordinación.
  • Alteraciones en el comportamiento: Los niños afectados pueden experimentar cambios en su comportamiento, como irritabilidad o apatía, alteraciones de los patrones de sueño y dificultades de atención.
  • Problemas de aprendizaje: Las encefalitis de evolución lenta pueden afectar la cognición y el aprendizaje. Los niños pueden experimentar dificultades en la memoria, el procesamiento de la información y otras funciones cognitivas.
  • Problemas de habla y lenguaje: Las encefalitis pueden afectar las áreas del cerebro responsables del habla y el lenguaje, lo que podría provocar dificultades de comunicación.
  • Convulsiones: Las convulsiones son una complicación frecuente de la encefalitis en niños. Pueden ser focales o generalizadas y pueden ocurrir en cualquier momento de la evolución, aunque son más habituales en las fases iniciales.
  • Problemas motores: Las encefalitis pueden afectar la coordinación motora y provocar temblor, alteraciones del equilibrio y marcha inestable. También pueden producir debilidad muscular y otros problemas motores.
  • Trastornos del estado de ánimo: Las encefalitis, sobre todo las de evolución más lenta, pueden provocar cambios en el estado de ánimo de los niños, con síntomas tales como depresión o ansiedad.
  • Secuelas a largo plazo: En algunos casos, los niños que han sufrido encefalitis pueden experimentar secuelas a largo plazo. Dichas secuelas incluyen problemas de aprendizaje, discapacidades físicas y trastornos neuropsiquiátricos, que pueden afectar al carácter y a la conducta.
  • Rehabilitación: Las secuelas de las encefalitis pueden requerir rehabilitación para recuperarse adecuadamente. Según las necesidades de cada caso, pueden precisar rehabilitación física, terapia ocupacional, logopedia o intervención psicológica.

Es importante destacar que el pronóstico puede variar significativamente dependiendo de la causa y la precocidad en la detección y el tratamiento. Muchos niños se recuperan completamente con la terapia adecuada. Sin embargo, la encefalitis también puede tener consecuencias graves y, en algunos casos, puede ser potencialmente mortal. La atención médica temprana, el seguimiento adecuado y el tratamiento de las secuelas, son cruciales para mejorar el pronóstico de la encefalitis en los niños.