Dr. Antonio Palomeque Rico
Jefe de Servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Sant Joan de Deu.
¿Qué es una UCI?
UCI es el acrónimo de Unidad de Cuidados Intensivos, también se la conoce como UVI o AVI, Unidad o Área de Vigilancia Intensiva.
En los años 50 a raíz de las grandes epidemias de poliomielitis en Estados Unidos y norte de Europa, se vio la necesidad de crear unas áreas de vigilancia permanente en algunos Hospitales para mantener en observación y dar soporte respiratorio a este tipo de pacientes, que requerían una atención constante y especializada. De ahí surgieron las actuales UCI; así, hoy día en los grandes Hospitales, existe un grupo de enfermos que requieren unas medidas de vigilancia más estrechas que otros, o precisan de algún tipo de tratamiento de soporte que requiere un aparataje específico y complejo. Son pacientes cuya enfermedad suele ser aguda y grave y que pone en peligro su vida; o también potencialmente grave de seguir con una evolución desfavorable, y para la que existen posibilidades reales de ser tratada.
En otras ocasiones se trata de una enfermedad (en ese momento controlada), pero que en su evolución puede llegar a dar importantes complicaciones, y el ingreso en UCI se indica para poder vigilar estrechamente (las 24 horas del día) una serie de parámetros vitales o analíticos a fin de anticiparse a cualquier situación desfavorable.
Todos estos aspectos pueden controlarse bien porque en estas Unidades se dan tres grupos de circunstancias:
Se dispone de instrumentos que ayudan al control, diagnóstico y tratamiento de los pacientes, como son aparatos de registro visual (monitores) que van recogiendo distintos parámetros vitales del paciente de manera constante. Otros de los muchos aparatos que se encuentran en las UCI pueden ser: respiradores, sistemas de diálisis o depuración renal, monitores de la presión intracraneal, sistemas de toma de presiones arteriales o venosa; ecocardiografos, ecógrafo-doppler, electrocardiografía, carro de paros con desfibrilador, marcapasos, sistemas de aspiración, sistemas de oxigenación,….
Otro de los elementos en el estricto control del enfermo es el del personal, que aparte de estar especializado en estas patologías, está en contacto constante con el paciente y es mucho más numeroso que en otros departamentos del Hospital, de modo que cada enfermera suele controlar sólo 2 ó 3 niños, y siempre está de presencia física un médico como mínimo.
Y un tercer aspecto es la cooperación con otros muchos especialistas en el seguimiento y tratamiento de estos pacientes, así existe una conexión constante con los equipos quirúrgicos (neurocirugía, ortopedia, cirugía pediátrica y cardiaca, otorrino, maxilofacial,…), otros especialistas médicos (respiratorio, alergia, digestivo, neurología,..) y otros departamentos del Hospital (banco de sangre, diagnóstico por la imagen, laboratorio, neurofisiología, anestesia,..).
El porcentaje de niños que deben de ingresar en una UCI es, comparativamente con los que lo hacen en otros departamentos del Hospital, muy bajo. Por ese motivo no todos los Hospitales tienen este tipo de Unidades, que requieren mucho personal, muy entrenado, muy específico y con equipos de guardia y equipamiento importantes. De hecho en una comunidad autónoma como la nuestra con unos 7 millones de habitantes, existen 2 UCI pediátricas grandes y 3 pequeñas (con una capacidad total de unas 45 camas). Por lo que lo importante es la conexión entre todos los Servicios de Pediatria y Urgencias de los diversos Centros Hospitalarios, y un sistema de derivación ante situaciones que lo requieran o ante datos de sospecha.
En una UCI pediátrica ingresan enfermos de todas las edades (salvo recién nacidos y prematuros), ya que el denominador común no es la edad, ni el sexo, ni el proceso que lo motiva, sino la necesidad de control y tratamiento intensivo por el estado crítico, por tanto pueden verse lactantes de 15 días o tres meses, junto con niños de siete años, o adolescentes de diecisiete.
El porcentaje de ingresos mas importante corresponde a pacientes operados y que requieren en las horas o días posteriores, el soporte de respiración artificial, o una estricta vigilancia de sus constantes vitales, por el tipo de cirugía que han recibido: como cirugía cardiaca con circulación extracorpórea, pacientes de neurocirugía con tumores o hemorragias cerebrales; reconstrucciones craneales, maxilofaciales, trasplantes renales u óseos, cirugía ortopédica de deformaciones de la columna o tórax; resolución de afecciones del riñón y vías urinarias o del aparato digestivo.
Otro importante grupo es la patología traumatológica grave, básicamente traumatismos craneales o politraumatismos (por caídas, accidentes de moto o coche), los primeros se caracterizan mas que por la posible existencia de fractura, por el daño que se haya ocasionado al cerebro, y que se traducirá en un estado de coma o depresión de las funciones cerebrales. Los politraumatismos indican fracturas o contusiones múltiples, y en función del órgano dañado (hígado, riñón, bazo, páncreas, pulmón, huesos,…) los controles, especialistas a consultar, y tratamiento a seguir y el pronóstico serán diferentes.
El tercer y diverso gran grupo son las afecciones médicas: desde la patología infecciosa (meningitis, encefalitis, sepsis), a la de tipo respiratorio (bronquiolitis, asma, bronconeumonía, derrames pleurales,…), pasando por la de tipo neurológico (convulsiones rebeldes, estados de coma, descompensaciones en enfermedades metabólicas,…) o cardíaco (insuficiencia cardiaca, miocarditis, alteraciones del ritmo cardíaco,…).
Y todos estos enfermos pueden venir desde los quirófanos del Hospital, desde el Servicio de Urgencias, desde las plantas del propio centro, o desde otros Hospitales mediante un sistema de transporte medicalizado (UVI móvil).
Es el aparato utilizado para sustituir al esfuerzo respiratorio del enfermo, suministrándole un porcentaje de oxígeno, a elegir, y unos volúmenes y presiones también predeterminadas, de modo que el niño se mantendrá dormido (con sedantes, tratamiento para el dolor y a veces con parálisis muscular) y es el aparato el que controla su respiración, así el enfermo descansa y se pueden optimizar las características ventilatorias. En fases posteriores, existen modalidades de respiración en las que es el propio paciente el que controla su respiración con la ayuda del aparato.
Para asistir al enfermo, en ocasiones se puede hacerlo a través de una mascarilla (ventilación no invasiva), que precisa que esté despierto y cierta colaboración; aunque generalmente debe de introducirse un tubo por la boca o nariz hasta la tráquea para conectar el sistema ventilatorio.
¿Qué es un monitor?, ¿Qué son tantos cables y tubos?
Siempre sorprende la cantidad de cables y tubos que llevan estos pacientes. Los primeros son para enviar al monitor (pantalla tipo televisión), donde se van recogiendo, las constantes vitales del paciente y aparecen en forma de números, ondas o gráficas. Esto evita los controles directos de enfermería y ofrece datos más fiables y objetivos. Normalmente llevarán 4 cables en el pecho (que recogen el electrocardiograma, las pulsaciones del corazón y el número de respiraciones por minuto), y otro en un dedo (para recoger la oxigenación de la sangre). También se recogen de manera automática la temperatura y la presión arterial (con un manguito en pierna o brazo, o a través de un catéter). Los valores de todas estas variables están limitados por alarmas de máximos y mínimos, que avisan cuando se rebasan.
En ocasiones el enfermo puede llevar una sonda de nariz a estómago (para alimentarse o para vaciar los jugos del mismo), una mascarilla en nariz y boca, o dos pequeños tubitos en las fosas nasales (gafas nasales) para suministrar oxígeno. Otros sistemas de control implican tubos o catéteres en el tórax, en el abdomen o en la cabeza, pero sólo son necesarios en circunstancias muy especiales, cuando se colocan se duerme al paciente y también posteriormente generalmente se mantiene al enfermos dormido y sin dolor.
¿Qué es un catéter? , ¿ y una bomba de infusión?
Para evitar múltiples pinchazos, se intenta colocar desde el momento de ingresar un «tubito» de plástico (catéter) en una o varias venas (en brazos, cuello o tórax), que servirá para suministrar medicación, alimentación por vena, sueros o transfusiones. También para extraer sangre para hacer análisis sin necesidad de volver a pinchar.
Cuando el enfermo está inconsciente o en determinadas circunstancias en que no puede tomar nada por vía digestiva, todo debe de entrar por vena (en cantidades proporcionales a su peso, edad y enfermedad que motiva su ingreso, y que pueden oscilar ente 500 y 2500 ml al día), esas entradas de líquidos deben de ser regulares, y para eso se emplean las llamadas bombas de infusión, en las que se señala el volumen y tiempos deseados y automáticamente van infundiendo ese líquido, con unas alarmas que se activan al acabarse o al detectar incrementos de presión.
¿Cómo se alimentan los niños en la UCI?
Si están conscientes y pueden comer de todo, la dieta es la convencional. Tras muchas intervenciones quirúrgicas el intestino que goza de movimientos (peristálticos) para hacer progresar su contenido, queda inmóvil durante unas horas, por lo que no se puede ingerir nada por boca; una vez el sistema digestivo vuelve a «moverse», la alimentación inicialmente suele ser en forma líquida o tipo papilla. En caso de que el niño esté inconsciente (ya sea por su enfermedad o por la medicación), se coloca un fino tubo de goma por la nariz hasta el estómago o duodeno y a través del mismo se pasan unos preparados en forma líquida que aportan todas las necesidades energéticas y de principios elementales. Si se trata de un lactante, también mediante esta sonda puede pasársele la leche de su madre. En algunas ocasiones la alimentación puede aportarse a través de una vena, y aún de este modo la nutrición será completa permitiendo el correcto desarrollo del enfermo.
¿Cómo es la vida diaria en esa Unidad?
El buscar un control exhaustivo tiene una serie de inconvenientes. Una primera molestia es que siempre están las luces encendidas; otras son el estar conectado por cables al monitor de cabecera, el llevar uno o varios sueros en brazos, cuello. También las alarmas de los monitores pueden sobresaltar sin que deba asustar, sólo es un aviso al personal de la Unidad. La sonda que a lo mejor lleva el enfermo por la nariz hasta el estómago, aunque también es molesta, evitará que vomite y le servirá para alimentarse y suministrar algunas medicaciones (en vez de tomarlas por boca). En ocasiones puede que esté desnudo con una especie de pañal desechable, o con un camisón que le proporcionaremos; es útil para poder valorar y explorar frecuentemente de manera integral sobre todo si esta inconsciente y no puede colaborar en sacarse la ropa, de todos modos estará tapado por la ropa de la cama. Sus necesidades deberán de hacerlas tumbado (con un especie de orinales especiales), aunque a lo mejor para vigilar la orina llevará una sonda de goma en los genitales (uretra) y que llega hasta la vejiga, de modo que la orina va saliendo a medida que se produce y se va almacenando en una bolsa.
En caso de mantenerlo inconsciente la higiene diaria ts la efectuaran diariamente el personal de enfermería. Si puede colaborar algún aspecto lo podrá hacer el wnfermo directamente.
Si esta despierto, cada día conocerá, en el equipo de UCI, tres turnos de enfermeras y posiblemente dos o tres de médicos, son sus amigos y están ahí para ayudarle, tiene que explicarle sus síntomas, molestias y sensaciones para que lo puedan hacer lo mejor posible; pero también otro personal del Hospital le visitará, dependiendo del problema que tenga. Todos ellos explicaran a los padres y al paciente la evolución de su enfermedad, las dudas y como van a ser las manipulaciones a las que puede estar sometido.
¿Pueden los padres quedarse con el niño ingresado en la UCI?
La organización de las visitas al paciente ingresado en una UCI, o la estancia de los padres son muy diversas según la organización de cada Hospital y las posibilidades que ofrece la Unidad. La familia no podrá estar con el enfermo de manera permanente ya que el espacio suele ser escaso y lo importante es lu vigilancia por los profesionales. Los padres suelen entrar por periodos de una hora aproximadamente (tres o cuatro veces al día), normalmente en grupos de dos personas, que se pueden turnar, y disponen de una sala de espera donde pueden estar mas tiempo. Se les informa por parte del médico de guardia y enfermería periódicamente (cuando entran a visitarle) o siempre que haya algún cambio importante, y existe una línea telefónica directa para poder hablar en cualquier momento.
Si esta despierto le podrán traer algún juguete, tebeo o libro; también puede escuchar música (con auriculares) o ver la televisión o DVD. Comida o bebidas no se pueden entrar y se las suministra el Hospital.
Y en cuanto se haya solucionado el problema que originó el ingreso en UCI, le buscaremos una habitación en la planta del Hospital pertinente a la enfermedad, o si puede regresar al Hospital que le había derivado, le trasladaremos en ambulancia para que siga la evolución con su equipo médico habitual.