Otitis

 

Ejemplo

 

Definición: Inflamación y/o infección de alguna de las partes en la que se divide el oído:

  1. Otitis externa: Cuando afecta al conducto auditivo externo.
  2. Otitis media: Si afecta a la mucosa del oído medio.

 

Causa: Frecuentemente está provocada por virus. A menudo se sobreinfectan por bacterias. En las otitis externas, en ocasiones,  puede existir un factor predisponente como el agua de las piscinas que macera el conducto y facilita la infección. Sacar la cera del oído, que tiene una función protectora, puede facilitar, también, a padecer otitis externes.

La mucosidad constante debida a  infecciones de vías altas frecuentes, durante los primeros años de escolarización, o de causa alérgica,  puede predisponer a tener otitis.

 

Clínica: El dolor de oído, generalmente de aparición nocturna, es el síntoma principal. A menudo podemos encontrar una infección de vías altas con mucosidad que le precede.

En las otitis externas, rara vez existe fiebre.

Si nos referimos a otitis media aguda suele haber fiebre, en ocasiones alta. En lactantes y pre-escolares existen otros síntomas inespecíficos como irritabilidad, vómitos, diarreas, rechazo del alimento… Si la infección del oído medio es importante y perfora la membrana timpánica podemos ver una secreción purulenta o sanguinolenta, hablamos, en esta situación, de otitis media aguda supurada.

 

Complicaciones: La hipoacusia o disminución de la audición es frecuente en cualquier tipo de otitis y es reversible, es decir la audición se recupera al curarse la otitis.

Las otitis externas rara vez se complican.

Entre las complicaciones frecuentes de les otitis medias tenemos: La mastoiditis o inflamación de les celdas mastoideas que están en contacto con el oído medio. Se caracteriza porque a la clínica de la otitis se añade inflamación, dolor y enrojecimiento detrás de la oreja. Este cuadro, a menudo, precisa el ingreso del enfermo/a y tratamiento antibiótico por vía endovenosa.

Las otitis serosas se ven en niños/as con mucosidad constante (primeros años de escolarización, alergias, hipertrofia adenoidea o adenoides grandes) o como  consecuencia de otitis media mal curada. No suelen ser dolorosas, no hay fiebre y siempre existe pérdida de audición. Si observamos el oído con un otoscopio veremos un tímpano que no brilla y en ocasiones se observa la existencia de un nivel de líquido.

 

Diagnostico: Clínico (el dolor de oído es constante) y por la exploración. El otoscopio nos ayuda a visualizar un conducto auditivo externo rojo y/o inflamado en la otitis externa o bien observamos  una membrana timpánica que ha perdido su brillo, roja,  abombada por la infección o está perforada y existe supuración en la otitis media.

En los lactantes, en ocasiones, el diagnóstico es difícil por la difícil visualización de la membrana timpánica en ellos/as y por la clínica inespecífica. El aumento del llanto al mirar el oído o al apretarlo, “signo del trago”, la irritabilidad, rechazo del alimento,… nos ayudara al diagnóstico. Si dudamos la consulta con el otorrinolaringólogo (especialista) puede ser útil.

 

Tratamiento:

  • Analgésicos/antiinflamatorios tipo ibuprofeno y paracetamol
  • Calor local.
  • Antibiótico, tópico (en forma de gotas) en la otitis externas y vía oral en las otitis medias. Si la otitis media supurada no mejora con tratamiento oral nos plantearemos un cambio de antibiótico oral y/o añadiremos un antibiótico tópico en gotas.

 

En las otitis serosas no administraremos antibiótico. Los lavados nasales, suaves, con suero fisiológico, la administración de antihistamínicos para disminuir la mucosidad y la exclusión de la escuela, en ocasiones, si pensamos que es la causa, ayudarán a curar. Sino se consigue mejorar con estas pautas nos plantearemos la aplicación de drenajes transtimpánicos y/o una adenoidectomía (extirpación de los adenoides).

 

 

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Trabajo elaborado en Enero 2011
Dr. R. Clapés Ferran
Servicio de Urgencias. Hospital de Nens de Barcelona

 

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