Definición: Inflamación de los bronquios, principales vías que van a los pulmones. Frecuentemente se acompaña de la inflamación de la tráquea (traqueo-bronquitis). Puede ser aguda, de corta duración o crónica, si se prolonga en el tiempo, esta es excepcional en los niños/as. En Pediatría es frecuente la bronquitis recurrente, donde se repiten episodios de bronquitis aguda coincidiendo con infecciones virales. Este hecho es frecuente durante la época de lactante y primeros años de escolarización, para disminuir hasta desaparecer a partir de los 3-5 años de edad. Causas: Normalmente los virus que causan las infecciones de vías altas son los que provocan las bronquitis. En los niños/as que presentan bronquitis recurrente o de repetición suelen existir unos factores que predisponen: Genéticos o hereditarios (antecedentes familiares de bronquitis asmática, dermatitis atópica); Ambientales (clima húmedo, contaminación ambiental, exposición al tabaco “fumadores pasivos”; Factores sociales (escolarización precoz); Características anatómicas y inmunitarias de los niños/as pequeños/as. Contagio: Como todas las infecciones víricas, la transmisión es por vía aérea, por inhalación de las secreciones que emiten los enfermos/as al toser, hablar o estornudar y por contacto con material contaminado. El lavado de las manos es muy importante cuando has estado en contacto con un enfermo/a. Síntomas: La tos es el principal síntoma. Normalmente el niño/a empieza con un catarro de vías altas, que puede ir acompañado de fiebre, no necesariamente y que avanza progresivamente a traquea y bronquios. La tos suele ser seca al inicio, principalmente si hay componente espástico (sibilantes o “pitos”) para pasar a ser blanda posteriormente, por la secreción de mucosidad por los bronquios, con expectoración. Si el componente espástico es muy importante puede haber dificultad al respirar y dolor torácico. La persistencia de fiebre alta, más de 3-4 días y la aparición de mucosidad verdosa nos hará pensar en una posible sobreinfección por bacterias o neumonía. Diagnóstico: Es clínico (síntomas y exploración). La radiografía de tórax solo está justificada cuando queremos descartar complicaciones pulmonares como una neumonía. Tratamiento: Como cualquier enfermedad vírica ha de ser sintomático:
El uso de antibióticos solo estará justificado si pensamos que hay una sobreinfección bacteriana.
Trabajo elaborado en Enero 2011
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