Los resfriados comunes, que los pediatras llamamos “infección de vías respiratorias altas” son la enfermedad más frecuente del ser humano. De hecho en los niños, ocasiona hasta el 35% del absentismo escolar.
Los catarros se caracterizan por ocasionar una inflamación aguda de la mucosa nasal y de la región nasofaríngea.
¿Cuál es la frecuencia “normal” de los resfriados?
La frecuencia depende de la edad, pero se considera “normal” que se produzcan entre 6 y 8 episodios por año, que suelen estar concentrados en los meses de más frío. En algunos niños, puede ser “normal” hasta que se produzcan ¡12 episodios al año! Para desesperación de algunos padres…..Pero por alguna razón quizá lo recomendable es asumir que a los niños pequeños siempre se les ha considerado “mocosos” y que a lo mejor una buena opción es “ignorar” los mocos y asumirlos como algo idiosincrásico del niño pequeño.
¿Cuáles son los virus más frecuentes?
Existen un gran número de virus que pueden causar los catarros. Los más comunes y que causan un 30% de los casos, son los rinovirus, y de ellos hay más de 100 tipos. También encontramos al virus parainfluenza, el virus respiratorio sincitial, el adenovirus, el coronavirus, el metapneumovirus, el virus de la gripe, etc. La gran diversidad hace que podamos enfermar sucesivamente, pues aunque el organismo “recuerde” la infección previa, lo más probable es que sea un virus diferente el que “ataque”.
¿Cuáles son los síntomas más habituales que presentan los niños resfriados?
Obstrucción nasal y secreción (rinorrea). Ocasiona dificulta para comer y para dormir y respiración bucal. La afectación suele ser más intensa cuanto menor sea el niño. El cambio en el color del moco no indica empeoramiento o mayor gravedad.
Fiebre, que con frecuencia es el motivo de consulta. Los catarros pueden dar fiebre alta, aunque habitualmente se mantiene por debajo de 38,5ºC.
Tos irritativa, que puede mantenerse hasta 7 u 8 días desde el inicio del cuadro.
Puede haber alguna adenopatía inflamada (“ganglios”) en la zona cervical como respuesta inmunitaria.
Dependiendo de qué virus sea responsable, pueden asociarse síntomas digestivos. Además hay niños con facilidad para el vómito y el moco acumulado con frecuencia lo desencadena.
¿Qué tratamientos podemos utilizar?
Los resfriados se curan solos. No hay tratamientos efectivos contra los virus causantes. De forma que los tratamientos se limitan a tratar los síntomas
Una buena hidratación es deseable (agua, zumos, etc)
Antitérmicos en el caso de que haya fiebre y/o malestar
Los antibióticos no están indicados
Los antitusígenos tienen un papel limitado. La tos no deja de ser un mecanismo de defensa para el mantenimiento de la limpieza del árbol respiratorio.
Lavados nasales con suero fisiológico, que con frecuencia son el tratamiento más efectivo aunque en el momento de realizarlos el niño se sienta molesto.
Los antihistamínicos no tienen ningún efecto beneficioso demostrado en los catarros.
Igualmente los mucolíticos no tienen efecto clínico demostrado científicamente. Valdría la pena evitar ir alternando estos jarabes sin fin durante toda la época de frío.
La humidificación ambiental puede tener su efecto beneficioso en cuanto que mejora las mucosas nasales. Pero no debería usarse en niños con antecedentes de bronquitis o asma, ya que la humidificación puede causar broncoespasmo y “ser peor el remedio que la enfermedad”.
Y sobre prevención…..
No existe ningún fármaco ni ningún complemento alimentario con capacidad para evitar los resfriados.
Una vez más, muy importante el lavado de manos
Higiene en la manipulación de alimentos
En las guarderías y lugares muy concurridos, debe ventilarse con frecuencia, extremar las medidas de higiene en las cuidadoras y en los juguetes y materiales compartidos.
Las personas enfermas deberían quedarse en casa…
Y como una imagen vale más que mil palabras podéis
clicar en este enlace una entrada de Rosa, enfermera y editora de “El blog de Rosa”. Aunque el vídeo está enfocado a adultos, los consejos son válidos también para nuestros niños.