La importancia del aburrimiento: creatividad y descanso cerebral

En la sociedad actual llena de estímulos constantes que se hay generado una intolerancia al aburrimiento, es como si tuviéramos que estar constantemente produciendo y eso a la larga puede provocar estrés y un cansancio disfuncional.

El aburrimiento, aunque la palabra en sí ya suena como algo negativo, es más útil de lo que parece. ¿Porque? porque activa la imaginación, fomenta que seamos capaces de mirar hacia nosotros mismos y reflexionar sobre ello para poder conocernos mejor. El aburrimiento funciona como motivador para la acción, se buscan nuevas actividades, juegos, formas de aprender o expresarse.

Hay investigaciones que demuestran que el aburrimiento moderado activa áreas del cerebro asociadas a la creatividad y resolución de problemas.

La creatividad florecen los espacios vacíos de contenido, cuando no hay presión ni distracciones. El mind-wandering (mente que divaga) per mite hacer conexiones inesperadas entre ideas. Los momentos de descanso permiten al cerebro “incubar” soluciones, incluso sin que lo notemos.

El descanso cerebral es muy necesario para poder cargar y funcionar mejor. Mejora la memoria y el aprendizaje, reduce el estrés y la ansiedad, evita el agotamiento mental y permite consolidar experiencias y emociones. Es importante para conseguir dormir entre 7-9 horas, restringir uso de pantallas, la meditación o el mindfulness como técnicas recomendables y disfrutar de la naturaleza, el arte o de simplemente no hacer nada.

El aburrimiento no es un enemigo, es una puerta a la creatividad. Y el descanso no es una pérdida de tiempo, sino una condición necesaria para que el cerebro funcione a su máximo potencial. Cultivar estos tres elementos no solo mejora el bienestar mental, sino que nos hace más humanos, atentos e imaginativos.