Los hitos del desarrollo son habilidades o destrezas físicas observadas en lactantes y niños a medida que crecen y se desarrollan. Sentarse, gatear, caminar y hablar se consideran todos hitos o acontecimientos fundamentales. Estos hitos son diferentes para cada rango de edades.
Es importante que los padres entiendan que el crecimiento del niño consiste en aumento de peso, talla y perímetro cefálico debe ir a la par con el desarrollo del niño, esto consiste en la adquisición progresiva de habilidades funcionales, reflejo de la maduración de las estructuras del sistema nervioso central.
La adquisición de estas habilidades funcionales o desarrollo psicomotor es un proceso continuo que va de la concepción a la madurez, con una secuencia similar en todos los niños, pero con un ritmo variable. Mediante este proceso el niño adquiere habilidades en distintas áreas: lenguaje, motora, cognitivo y social, que le permiten una progresiva independencia y adaptación al medio.
La estimulación temprana que deben realizar los padres o cuidadores del niño es un requisito indispensable para el óptimo desarrollo del cerebro del bebé y la adquisición de estas habilidades funcionales para alcanzar y superar cada hito del desarrollo del niño.
El niño precisa de estímulos a diario, desde el momento de su nacimiento. Si el niño recibe estímulos pobres, de forma irregular o en cantidad deficiente, el cerebro no desarrolla adecuadamente sus capacidades al ritmo y con la calidad que cabría esperar. Por otro lado, una estimulación temprana, abundante, periódica y de buena calidad nos garantiza un ritmo adecuado en el proceso de adquisición de distintas funciones cerebrales.
El desarrollo de un bebé durante el primer año de vida se caracteriza por una serie de hitos significativos en diferentes áreas: motricidad, comunicación, cognición y socialización. Aquí te presento un desglose de los hitos más importantes:
Desarrollo físico y motriz:
- 1-2 meses: Sostiene la cabeza en posición vertical durante breves períodos; puede mover los brazos y las piernas.
- 3-4 meses: Levanta la cabeza y los hombros al estar acostado boca abajo; comienza a rodar de frente a espalda (generalmente alrededor de los 4 meses).
- 5-6 meses: Se sienta con apoyo; puede rodar de un lado a otro; empieza a agarrar objetos y a llevarse las manos a la boca.
- 7-8 meses: Se sienta sin apoyo; puede gatear o desplazarse arrastrándose; puede pasar objetos de una mano a otra.
- 9-12 meses: Puede ponerse en pie con apoyo y dar pasos con ayuda (alrededor de los 12 meses); algunos comienzan a caminar sin apoyo; mejora la coordinación mano-ojo.
Desarrollo cognitivo:
- 1-3 meses: Comienza a seguir objetos con la mirada; muestra interés por el entorno.
- 4-6 meses: Reconoce rostros familiares y reacciona a las emociones de los demás; comienza a experimentar con objetos (agarrar, soltar).
- 7-9 meses: Desarrolla el concepto de permanencia del objeto (entiende que los objetos siguen existiendo incluso si no los puede ver).
- 10-12 meses: Explora más activamente el entorno; comienza a mostrar interés por los libros; puede usar objetos de forma más intencionada (por ejemplo, apilar bloques).
Desarrollo del lenguaje y la comunicación:
- 1-3 meses: Emite vocalizaciones, como balbuceos y gorgoteos; responde a sonidos y voces.
- 4-6 meses: Balbucea con diferentes combinaciones de sonidos y comienza a imitar sonidos sencillos.
- 7-9 meses: Empieza a entender algunas palabras simples y responde a su nombre; puede hacer sonidos como «mama» o «papa» sin asociarlos necesariamente.
- 10-12 meses: Dice algunas palabras básicas (como «mamá» o «papá») y muestra comprensión de órdenes simples; continúa explorando sus habilidades de vocalización.
Desarrollo social y emocional:
- 1-3 meses: Responde a las sonrisas; empieza a establecer vínculos con los cuidadores.
- 4-6 meses: Muestra preferencia por cuidadores y reacciona ante personas desconocidas; puede mostrar alegría o frustración.
- 7-9 meses: Desarrolla ansiedad por la separación; muestra una mayor interacción social y comienza a jugar juegos simples (como el escondite).
- 10-12 meses: Puede mostrar comportamientos de apego más marcados; empieza a imitar acciones de los adultos; disfruta de la interacción social y el juego con otros.
Es importante recordar que cada bebé es único y puede alcanzar estos hitos a su propio ritmo. Si hay preocupaciones sobre el desarrollo, siempre se recomienda consultar a su pediatra de cabecera.