«No olvides pasar por el Colegio de Médicos», me dijo un compañero de trabajo. «Dan una prestación económica durante los 3 primeros años», añadió. Así pues, en mi condición de colegiado me dirigí a las dependencias del colegio de médicos para averiguar de qué trataba dicha prestación. «Mire, hasta el año pasado dábamos dinero pero este año, por temas de presupuesto, lo dejamos en una canastilla muy completa». Y sí, la verdad es que la canastilla, bueno, las canastillas en nuestro caso, contienen multitud de productos aunque el jamón y la botella de cava todavía no los he encontrado.
Aprovechando la visita a la casa madre, me dirigí a las oficinas de Medicorasse, división del colegio que gestiona todo lo relacionado con seguros. Allí debía actualizar una serie de datos referentes a la baja maternal de mi mujer y a mi baja paternal. «Sabe usted que damos un premio de natalidad?», me comentó amablemente una de las asesoras. El premio de marras, consistía en una prestación económica por cada recién nacido. Lo que yo desconocí era el calvario por el cual tendría que pasar para acceder a la prestación. Tuve que rellenar tantos formularios que por poco le regalo una de las canastillas para que me dejara marchar. Debo decir que, pocas semanas más tarde, el premio de «médico colegiado mutualista procreador» lucía en mi cuenta corriente.
Siguiente estación: Centro de asistencia primaria. La verdad es que una vez pasados los tragos de la seguridad social y el colegio de médicos, la inscripción de los lactantes en el ambulatorio de zona fue coser y cantar: libro de familia, padrón y pediatra asignado al instante
Curiosa resultó también la historia de la canastilla de obsequio que ofrece a los recién nacidos una conocida cadena de supermercados. Aquí, los trámites fueron relativamente sencillos. La sorpresa llegó a la hora de recoger los productos. Resulta que al tratarse de gemelos y familia numerosa nos correspondían ….. 4 canastillas! El hecho de que el supermercado estuviera cerca de casa y que la expectativa fuera de 2 canastillas, hizo que un servidor fuera «a cuerpo gentil» a recogerlas. Así pues, ya podéis imaginaros el aspecto que debía tener: descamisado y transportando 4 cajas de tamaño considerable una encima de la otra como si de un Tetris tamaño real se tratara.
Bueno, creo ahora sólo nos queda por apuntar a los gemelos al Club Súper 3, al zoo (como visitantes,eh) y al Barça pero eso, tal vez lo dejaremos para más adelante.