Gemelos y burocracia. Primera parte

Si bonito es el periplo de salir a pasear con dos gemelos recién nacidos, no menos apasionantes son los trámites burocráticos que deben seguirse para tener toda la documentación en regla.
Prácticamente todo empieza en la sala de partos. Cuando aún no te has recuperado de la emoción de ser padre por partida doble, te entregan unos papeles amarillos «No los pierda, son los papeles del registro civil». Total que casi estás más pendiente de los papeles que los niños o la madre. Inevitablemente, te los acabas dejando en algún rincón y recibes la primera reprimenda como padre despistado.
Una vez en casa y aprovechando algún momento de tregua de los gemelos, te dispones a la hermosa aventura de rellenar los famosos impresos amarillos.
Hay datos sencillos como los nombres de los padres o el lugar de nacimiento. El problema llega con los datos de los niños. Aparte del nombre, también hay que precisar quién nació primero y quién segundo y, si mezclamos la falta de sueño con la terminología oficial, al final, por mucho que te fijes, te equivocas y el diligente empleado del registro te indica que no puedes poner el mismo nombre a los dos niños o que resulta que según lo que has puesto, los dos nacieron primero y que en segundo lugar no nació nadie.
Una vez pasado el trago del registro civil, llega la hora de empadronar a los gemelos en el domicilio familiar. Dicho trámite se lleva a cabo en la oficina de atención al ciudadano (OAC) y no presenta excesivas dificultades. Sólo hay que llevar el DNI de los padres, las escrituras de la vivienda y el libro de familia. Fácil comparado con la gincana que supone el papeleo que se mueve en las dependencias de la querida Seguridad Social.
Aquí, todo empieza pidiendo cita previa para la realización de los trámites. Tras llamar a varios teléfonos (estatales y autonómicos) y de precisar no pocas veces cuáles son los trámites que quieres hacer, llegan el día y la hora de presentarse en la oficina del INSS. Como uno es previsor , llega a la cita con cierta antelación y con todo el papeleo en regla (los detalles darían para un post entero). Bueno, pues aún así te llevas alguna bronca por algo que supuestamente has hecho mal a pesar de llevar todas las solicitudes perfectamente cumplimentadas, las fotocopias de DNI, el libro de familia, el informe de maternidad y el carnet del Club Super 3 de tus sobrinos por si acaso. «Oiga, que si el nacimiento implica pasar a familia numerosa, me tiene que traer usted el título», apunta el trabajador. Con toda la buena voluntad, le explicas al señor funcionario (el día que fui ellos se autodenominaban así) que los niños apenas tienen 10 días de vida y que para según qué trámites, la cosa va un poco lenta. «Las cosas hay que hacerlas por orden y además le han dado cita sólo para 2 cosas y usted me pide 4 y esto requiere un tiempo que no tenemos (0 personas en la sala de espera) «replica. Después de algún tira y afloja y una vez solventados los malentendidos, sales de la sucursal con 4 comprobantes (uno por trámite) y con la promesa de que en unos días recibirás las cartas certificadas con el veredicto de si te conceden todo lo que has pedido …. y que, hay momentos en que lo llegas a dudar, te corresponde. Hay que decir que en pocos días recibimos las cartas con todos los veredictos favorables.
Después de unos días de abstinencia burocrática, coges fuerza y ​​valor y te diriges al departamento de Bienestar y familia de la Generalitat. Allí también tienes que ir con paciencia y los 74.234 documentos que te piden para solicitar el título de familia numerosa, parto múltiple e hijos a cargo. La atención no difiere en exceso de la recepción a la Seguridad Social si bien es cierto que como las expectativas no son demasiado altas, sales menos cabreado y con la sensación de que esta vez has ganado tú  a los puntos, lo que, por otra parte, no sé si es del todo cierto.

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