Aún recuerdo la frase con la que comenzaba la clase mi profesor de microbiología
“El dengue, que nada tiene que ver con el merequetengue”.
El mosquito tigre (Aedes albopictus) es ese enojoso insecto de patas rayadas que forma parte de nuestra biodiversidad desde 2004. Oriundo del Sudeste Asiático, llegó a Europa en 1979 concretamente a Albania. En 1991 se introdujo en Italia y después a España donde se instaló en Cataluña y en algunas zonas de la Comunidad Valenciana.
La especie, eminentemente urbana, se expande con rapidez y aunque originalmente cría en las cavidades de los troncos de los árboles, hoy puede hacerlo en todo tipo de contenedores de agua, como jarrones, bidones, platos, etc. Los mosquitos tigre pican de día y con el alimento que les proporciona la sangre de una picadura, la hembra del mosquito puede realizar una puesta de 80 huevos aproximadamente, que serán adultos al cabo de una semana.
Su reproducción se produce en casas particulares, es por ello fundamental que todos adoptemos las medidas de prevención para evitar su propagación y la trasmisión de enfermedades como el
dengue entre otras.
Según el doctor Joaquín Gascón, que dirige la Unidad de Medicina Tropical del hospital Clínico de Barcelona, «se puede disminuir el peligro de contagio utilizando siempre manga larga, calcetines y pantalones largos, por mucho calor que haga.. y el repelente que recomienda la OMS, el DEET (dietiletoluamida) al 40%».
Por otro lado el significado de la palabra merequetengue si bien suena a ritmo de salsa tiene otras connotaciones a saber; alboroto, desorden, escándalo o trifulca.
Al parecer con el tiempo, tanto el dengue con el merequetengue tienen algo más en común gracias a la globalización.
PD: Entrada escrita por la Dra. Ruggeri, pediatra del Servicio de Urgencias y neumóloga del Hospital de Nens