Prematuros Tardíos

¿Cuándo se considera que un bebé es un prematuro tardío?

Los prematuros tardíos son los nacidos a una edad gestacional entre las semanas 34+0 y 36+6.

En los últimos años estos prematuros, nacidos un poco antes del término han ido en aumento. Como posibles causas se apuntan:

  • El incremento de los embarazos múltiples (el 60 % de los gemelares son prematuros).
  • El aumento de las técnicas de reproducción asistida.
  • El incremento de los partos inducidos (provocados por algún motivo).
  • La mayor edad de las madres.
  • El sobrepeso de la madre y sus complicaciones como la hipertensión y la diabetes gestacional.


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Estos niños nacidos un poco ante7s de tiempo tienen tasas de morbilidad y mortalidad más altas que los recién nacidos a término (edad gestacional por encima de las 37 semanas) debido a la inmadurez fisiológica y metabólica, aunque a veces pueden tener el mismo peso que algunos niños nacidos a término.

En general también tienen tasas más altas de hospitalización al nacimiento, de reingreso en el periodo neonatal y durante el primer año de vida, y corren más riesgo a largo plazo de presentar alteraciones en el neurodesarrollo.

Estos prematuros tardíos son fisiológica y metabólicamente inmaduros y se comportan como tales. Los principales problemas que pueden presentar son hipotermia, hipoglucemia, dificultad respiratoria, apnea, ictericia y dificultad para la alimentación. El reingreso hospitalario suele ser por ictericia, infecciones respiratorias especialmente por el virus respiratorio sincitial (VRS), dificultades en la alimentación, escasa ganancia de peso, deshidratación y apneas.

Una vez dados de alta estos prematuros necesitan un cuidado especial. A muchos padres les asusta la salida del hospital, pero no hay que olvidar que cuando se dan de alta es porque ya están recuperados y se cumplen ciertos criterios “de seguridad”.

Se aconseja un seguimiento específico de todos los bebés prematuros tardíos con enfermedad perinatal y seguimiento a medio plazo a todos los prematuros tardíos. La inmadurez cerebral en estos niños puede ser el principal responsable de las discapacidades neurológicas observadas en el desarrollo neurológico a largo plazo.

Aunque los datos que disponemos sobre la maduración del cerebro de los prematuros tardíos son limitados, en estudios por resonancia magnética se ha demostrado que a las 35 semanas de gestación, el cerebro pesa un 65% del cerebro de un recién nacido a término y su superficie externa tiene menos surcos. Esta inmadurez puede aumentar la vulnerabilidad del cerebro a las lesiones a largo plazo que harán necesario un seguimiento del neurodesarrollo, ya que se ha descrito la posibilidad de retrasos o discapacidades del neurodesarrollo en la etapa preescolar como problemas de aprendizaje, trastorno del déficit de atención, fracaso escolar, trastornos psicológicos conductuales y emocionales.

Dentro de las 72 horas tras el alta el pediatra hará una revisión comprobando la coloración, el peso, los problemas de alimentación, la regulación de la temperatura corporal, la diuresis, las deposiciones y la valoración del neurodesarrollo. Se planificarán revisiones semanales hasta las 40 semanas de edad gestacional. Cada mes se practicarán revisiones de salud y a los 6, 12 y 18 meses se efectuará además una valoración específica del neurodesarrollo para detectar las tempranas señales de alerta de posibles trastornos que podrían perjudicar el crecimiento social y cognitivo del niño.

A los 2 años de vida debemos estar atentos en la evolución del neurodesarrollo con exploraciones y test específicos.

Aunque la mayoría de estos pequeños tienen una evolución favorable, nacer antes de tiempo, aunque sean unos pocos días, nos hace estar más pendientes de su desarrollo.

 

 

 

 

Dr. José M. Pérez. Servicio de Pediatría, julio 2016.