Los bebés sonríen 300 veces al día

El ser humano es la única especie con capacidad para reír.

Los niños son los especialistas en ello. Los bebés se ríen una media de 300 veces al día, mientras que los adultos solamente lo hacemos unas 20 veces. ¿Qué nos pasa? En nuestra vida se instala la seriedad y con ello perdemos algunas de las propiedades terapéuticas que tiene reír.

Para reír son necesarios 15 músculos de los 36 que tenemos en nuestra cara, y casi 400 de los músculos abdominales. No es extraño que después de una buena sesión ¡tengamos agujetas!


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El hecho de sonreír forma parte de los reflejos arcaicos e instintivos, y se acaba convirtiendo en una actitud esencial que necesitamos todas las personas. El recién nacido sonríe independientemente de nacer en unas condiciones de vida desfavorables. Probablemente la capacidad de sonreír y de reír hace que los niños tengan una actitud resiliente mucho mejor que la nuestra.

Desde el punto de vista fisiológico, reír aporta muchas ventajas para nuestro cuerpo y nuestra mente y para nuestra salud en general:

  • Fortalece el corazón, dilata los vasos sanguíneos, mejora la respiración y la tensión arterial.
  • Fortalece los lazos afectivos y emocionales.
  • Aumenta la actividad del sistema inmunológico, de forma que mejora las defensas.
  • Disminuye la percepción del dolor.
  • Disminuye la ansiedad y el miedo, algo muy importante cuando los niños están hospitalizados o tienen que ser operados.
  • Mejora el estado psicológico y el estrés hospitalario porque se liberan endorfinas, que son los analgésicos “naturales”.
  • Disminuye el “cortisol”, que es la hormona del estrés.

Un doctor norteamericano llamado Hunter Doherty “Patch” Adams, puede considerarse el “padre” de la risoterapia. Su vida inspiró la película “Pacht Adams” que protagonizó Robin Williams. Vestido de payaso comenzó a investigar en la terapia del reír con finalidades médicas y terapéuticas, buscando la empatía con los pacientes y fomentando la risa y el buen humor como parte fundamental del tratamiento integral de las personas enfermas. Seguro que ha inspirado a los grupos de payasos que actualmente están en muchos hospitales infantiles, alegrando y facilitando la vida hospitalaria a los más pequeños.

Después de reír un buen rato de forma inevitable vamos a sentir una sensación de plenitud, de amor, de alegría, y un subidón de energía. ¿Por qué no nos animamos a tomar una dosis diaria? Si ya no te acuerdas de cómo hacerlo, fíjate en los niños. No tengas dudas, es la mejor medicina.

 

 

 

 

Agost 2016.