Enterovirus: ¿qué infecciones provoca?

Qué es el enterovirus?

El grupo de los enterovirus humanos es ubicuo, de transmisión entérica y está formado por: los poliovirus y los enterovirus llamados no poliovirus. Este último grupo a la vez está formado por coxsackievirus, echovirus y enterovirus numerados. Del grupo de los no poliovirus ni hay más de 100 serotipos diferentes, es decir variedades diferentes.

En los últimos 3 meses en Cataluña se ha presentado un brote de enfermedades producidas por estos enterovirus no poliovirus con manifestaciones neurológicas.


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¿Qué podemos decir de los enterovirus?

Se trata de virus de los que el único reservorio es el hombre. Su distribución es todo el mundo, aunque con implantación variada según los diferentes serotipos. Sus vías de diseminación entre la población son la fecal-oral y respiratoria entre la población infantil y adulta. Una característica epidemiológica importante es su posible larga supervivencia en juguetes o superficies donde contacte.

En nuestra zona climática su época habitual de presentación es la primavera hasta inicio del otoño. La transmisión por vía respiratoria suele ser al inicio de la sintomatología y suele durar entre 1 a 3 semanas según las diferentes formas de presentación. Una vez llega a eliminarse por las heces desde el pocos días de la infección puede hacerlo durante semanas o meses.

¿Con qué enfermedades se manifiesta?

Habitualmente son benignos, muy variadas y con una evolución leve, autolimitada y sin secuelas. En los lactantes de pocos meses, pueden ser graves, en formas similares a las sepsis bacterianas y miocarditis, pero en edades superiores pueden ser en forma de manifestaciones:

  • respiratorias como catarros vías respiratorias altas, faringitis, herpangina, bronquiolitis, neumonía o pleurodinia.
  • cutáneas en forma de exantemas, enfermedad boca-mano-pie o onicomadesis.
  • neurológicas en forma de meningitis, habitualmente, de buena evolución, encefalitis o parálisis flácidas.
  • gastrointestinales en forma de dolor abdominal, vómitos, diarreas, hepatitis, pancreatitis.
  • oculares como conjuntivitis hemorrágicas y uveitis.
  • cardíacas como las mencionadas miocarditis.
  • musculares como miositis.

Desde hace unos años existan 2 serotipos con manifestaciones graves. El enterovirus 71 asociado en pocos casos a enfermedades neurológicas como encefalomielitis o parálisis, a la vez que edema pulmonar/hemorragia o colapso cardiopulmonar y con presentación fundamental en el sudeste asiático.

El otro es el D68 fundamentalmente con presentación en Canadá y Estados Unidos y con esporádicas presentaciones en países europeos. Su presentación clínica habitual es formas graves de enfermedad respiratoria y formas clínicas similares a la poliomielitis.

Los inmunodeprimidos, transplantados o pacientes con neoplasias son los que suelen desarrollar manifestaciones más graves.


¿Cómo se suelen iniciar estas enfermedades?

No todos son iguales, pero su inicio puede ser muy similar en forma de fiebre, manifestaciones catarrales, algunos vómitos o alguna erupción cutánea puntiforme. Como se puede ver todo muy inespecífico y muy parecido al inicio de muchas otras infecciones producidas por virus.

¿Cuáles son las manifestaciones clínicas que deben alarmar a la familia con necesidad de visita pediátrica?

Cuando se presenten alteraciones del sensorio, irritabilidad manifiesta, dificultad para calmar el llanto o la inquietud con las prácticas habituales, somnolencia exegerada, alteraciones en la articulación de las palabras, dificultad al deglutir, apneas, alteraciones del ritmo respiratorio, alteraciones en la marcha , dificultad para sostener el equilibrio, pérdida de fuerza en las extremidades, ampliación de la base de sustentación al hacer la deambulación, convulsiones, movimientos oculares anómalos, estrabismo hasta entonces inexistentes, como manifestaciones fundamentales.

Muchas veces estas pueden ser las primeras que la familia aprecie y otros al cabo de unas horas del inicio de las manifestaciones inespecíficas antes mencionadas.

¿Cuál suele ser su período de incubación?

De 3 a 6 días, excepto en las conjuntivitis hemorrágicas que puede ser de 24 a 72 horas.

¿Qué medidas de aislamiento hay que tomar por parte de las familias?

Hay que evitar la escolarización durante el periodo febril y preferible que la vuelta a la vida escolar o social no se realice hasta la total desaparición de la sintomatología de la enfermedad.

¿Cuáles serían las medidas preventivas?

Higiénicas especialmente a la hora del cambio de pañales en los lactantes, lavado de manos de los niños infectados y de las personas de su entorno después de ir al baño, recordando la duración de la eliminación fecal del virus.

Hacer medidas de protección respiratoria durante los primeros días, en que pueden existir manifestaciones de estornudos o tos. Hay que cubrirse al toser o estornudar con un pañuelo desechable o la parte interna del codo, no con las manos.

Limpiar y desinfectar frecuentemente las superficies que puedan haber sido contaminadas así como los juguetes de los enfermos.

¿Hay vacunas o medicamentos específicos para estas enfermedades?

En estos momentos no.

 

 

 

 

Dr. Martínez Roig. Mayo de 2016