La obesidad infantil

La obesidad infantil es la acumulación excesiva de grasa corporal. Cuando hablamos de obesidad no nos referimos al peso como una variable única.

Siempre debe relacionarse el peso con la edad, sexo y talla. La obesidad se manifiesta por un aumento de peso mayor al 20% del peso ideal para la talla, edad y sexo.

La obesidad se ha convertido en la principal enfermedad en países desarrollados. Se calcula que 7 de cada 10 adolescentes obesos llegarán a la edad adulta siendo obesos.

Popularmente se cree que el niño obeso al llegar a la pubertad presentará un estirón de talla que le compensará el sobrepeso existente. No debe olvidarse que el adolescente mantendrá los mismo hábitos nutricionales y físicos, con lo cual, el exceso de peso se perpetuará. 

· ¿Por qué mi hijo es obeso?
· ¿La obesidad puede afectar la personalidad de mi hijo?
· ¿Que complicaciones puede presentar un niño obeso?
· ¿Cómo evitar la obesidad?
· ¿Qué hacer con un niño obeso?

 

¿Por qué mi hijo es obeso?

La obesidad puede clasificarse en 2 tipos:

· Obesidad exógena o nutricional. Representa el 95% de los casos.
· Obesidad secundaria a enfermedades endocrinológicas, neurológicas y polimalformativas.

Como podemos observar, la gran mayoría de los niños obesos se deben a factores exógenos. Si bien es cierto que existe evidencia científica de una predisposición genética, la relación de la obesidad con el ambiente familiar y social es predominante.

La probabilidad que un niño sea obeso se incrementa si:

· Ambos padres son obesos.
· Hábitos de alimentación familiar inadecuados.
· Vida familiar sedentaria.
· Hábito de ver la televisión especialmente durante las comidas.
· Disminución de la lactancia materna como forma más adecuada de alimentación del neonato.
· Tendencia a compensar la ausencia física de los padres con comida. La mayoría de los padres trabajan todo el día fuera de casa. Al llegar el niño requiere y demanda nuestra atención. Es fácil caer en el error de intentar distraerlos ofreciendo alimentos y sentarlos frente a un vídeo.
· El cubrir todas las necesidades o demandas del niño con comida. Muchas veces el niño se encuentra enfadado, tiene miedo o se siente solo. El hecho de cubrir todos sus requerimientos con alimentos lo confunde. No le permite diferenciar entre la sensación de hambre y sus necesidades afectivas. Esto le lleva a la sobrealimentación y futura obesidad.
· La insistencia de algunos padres por que sus hijos ingieran grandes cantidades de comida. Se debe tener en cuenta que a partir del 2º año, el consumo de alimentos disminuye de manera fisiológica. El aumento de peso del primer año es de 6 kg. A partir del 2º año solo es de 2-3 Kg. al año.

¿La obesidad puede afectar la personalidad de mi hijo?

La obesidad puede provocar problemas psicológicos en el niño. La mayoría de los niños obesos poseen baja autoestima y un pequeño porcentaje pueden presentar depresión clínica. 

Es sabida la crueldad inocente de los niños. El obeso es víctima de las burlas y a veces insultos de sus compañeros. Esto le genera angustia e inseguridad, lo que lo lleva a marginarse del grupo.

¿Qué complicaciones puede presentar un niño obeso?

La obesidad infantil está relacionada con:

· Hipertensión arterial
· Intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina. Diabetes tipo 2
· Enfermedades cardiovasculares
· Alteraciones ortopédicas: – arqueamiento de extremidades inferiores y sobrecarga de ligamentos.
· Respiratorias: – falta de expansión torácica durante la respiración . 
· Apnea del sueño 
· Fatiga fácil.
· Problemas de alimentación: – Anorexia Nerviosa y Bulimia
· Hipercolesterolemia e Hipertrigliceridemia
· Dermatológicos : – estrías cutáneas
· Psicosociales: – Discriminación escolar y social

¿Cómo evitar la obesidad?

Existen 3 puntos fundamentales para evitar la obesidad:

· Hábitos alimenticios correctos
· Actividad física (3-5 días a la semana)
· Participación familiar.

El requisito clave es modificar los hábitos nutricionales erróneos de la familia. Los padres deben predicar con el ejemplo a la hora de seleccionar los alimentos, las cantidades y cuando ingerirlos. No se debe utilizar la alimentación para suplir otras necesidades emocionales ni para gratificar al niño. El niño necesita que lo escuchen y jueguen con él.

Se debe alimentar correctamente a los niños desde el nacimiento. La lactancia materna es el alimento fundamental durante los primeros 6 meses de vida, ayudando a disminuir el riesgo de obesidad infantil y reforzando la relación afectiva del niño con su madre. La introducción de los alimentos debe ser paulatina. No tengamos prisa en que nuestro niño coma de todo en edades tan tempranas.

Resaltamos la importancia del consumo de alimentos naturales sin adición de condimentos. Así mismo, intentar especificar horarios de comidas y evitar el picoteo. Promover la masticación adecuada y enseñar a disfrutar de la mesa, tiempo para el diálogo y la reunión familiar.
La actividad física es muy importante, no por la pérdida de peso, sino por el cambio de vida. Abandonar el sedentarismo y alejarse de las largas horas sentado frente a la televisión consumiendo comida basura.

Reiteramos que es un requisito imprescindible la participación familiar activa. No exigir cambios apresurados. Los cambios de hábitos son muy difíciles de conseguir. Sin el apoyo familiar, el niño obeso no conseguirá superar sus objetivos.

¿Qué hacer con un niño obeso?

El niño obeso está en crecimiento por lo que su dieta alimenticia debe ser adecuada para su peso, talla y edad.

La gran mayoría de las veces es suficiente con suprimir las golosinas, bollería industrial, bebidas gaseosas y zumos de frutas envasados para estabilizar la curva de peso ascendente. No siempre es necesaria la pérdida de peso, ya que el crecimiento del niño permite que el peso se equilibre con la talla.

No debe someterse al niño a dietas carenciales y/o desequilibradas nutricionalmente.
Si sospecha que su hijo tiene sobrepeso siempre consulte a su pediatra.

 

Revisado y actualizado en Noviembre del 2007